Ofrenda a Góngora
poema
EN EL CCCXCVII ANIVERSARIO DE LA MUERTE
DE D. LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE
En este resplandeciente amanecer,
el latido de mis versos se justifica
con todo el honor que mi corazón aloja.
Una cita, de sobra meditada
es punto de partida y reflexión,
es conclusión de un dios de la palabra,
que por norma conquista admiración.
Y tengo a bien, postrado a su prestigio,
proferir esa frase que apuntó.
Frase que don Luis conscientemente
con su sabia elocuencia nos legó.
Del ocioso admitir de lo que advierte
del mundo en su incultura y dejación,
el gran poeta por antonomasia
con su docto respeto proclamó...
Que honra le había causado hacerse obscuro
a todo el ignorante que trató.*
* «Honra me ha causado hacerme obscuro a los ignorantes» Luis de Góngora.
Hoy mayo precipita su inocencia
la lírica en su esencia nos hermana,
ya la aurora roció su transparencia,
la luna se ocultó precipitada...
La mañana se muestra esplendorosa,
cada paso en su acierto nos acerca
hacia esta Catedral siendo Mezquita
al amparo del alma del poeta.
Para conmemorar, como es costumbre
un nuevo aniversario, un nuevo encuentro,
donde verter la gloria concebida,
apremiando nostalgia y sentimiento.
Donde posan serenos y pacientes
los restos del que impuso con su ciencia
el sentir que engendró con su mesura
el oro para el siglo de las letras.
Esas letras que siguen un camino,
que en su afán nos orienta y nos encauza
hacia un mundo que apurando sitio
apuñala gustoso por la espalda...
Y sometidos a lo más sagrado,
la dicha se desborda en su premura,
considerándonos privilegiados
y amantes de su célebre ventura...
La razón estimula sus agrados,
nos muestra la quietud en su entereza
de un corazón que amó sin evasivas
del verso su notable fortaleza.
Puesto que todo ofrenda relevancia,
que la alborada arropa la ilusión,
que la intención sopesa con su calma
conmemorando lo que perpetuó.
Nos asomamos a lo transcurrido,
al esplendor de un antes que nos lleva
a momentos lejanos, ya vividos,
y que solo el recuerdo los regresa...
© calixto torres