A veces pienso que el mundo
aborrece la piedad, 
que el mal no desaparece
por muchas vueltas que da...,
y agotando su pureza, 
a veces, sangra además
entre miedos que comulgan
incubando su frialdad.

A veces se me hace un nudo
que me impide respirar;
otras, se me parte el alma
al volver la vista atrás.

Hoy que la hoguera no prende
ni alienta su claridad;
y asoma con sus nostalgias,
con su acorde y su postal,
con su aroma, con sus sueños,
otra blanca Navidad...

Se sopesan los recuerdos,
el latido que no está,
el candil de una mirada,
ese beso de cristal,
el calor de la palabra
que me ayudó a caminar.

A veces pienso en aquello
que ya no regresará.
A veces pienso en la vida,
a veces suelo pensar.