Batiendo sus alas, como de costumbre,
el tiempo de nuevo nos lleva a diciembre...
Siento que otro otoño apaga su lumbre
mientras que la escarcha esparce su duende.

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Y vuelvo a pensarme en lo ya vivido,
en esos momentos que se han agotado,
en lo que anhelaba, en lo que he perdido,
en lo que se aleja sin dejar recado.

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Esta vez no quiero pedir un deseo...
Esta vez no espero que un sueño se cumpla...
Esta vez me quedo con lo que poseo,
sumiso al silencio sin ninguna excusa.

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Y a ti que bien sabes que estoy a tu lado,
que a veces te pienso y a veces te digo,
de paz y cariño te mando un puñado
para que te aliente si fuese preciso.