El espejo del tiempo
3 poemas
Caricias de luna
Acurrucan las sombras a los trinos
cuando a la luz, de noche, la destierran;
y hasta la última puerta se la cierran
crepúsculos con tonos blanquecinos.
El aullido del lobo, clandestino,
desespera a los vientos, que se aterran,
y silbando lamentos pronto entierran
las huellas que ha posado el peregrino.
Luego, el luto que impregna el horizonte
descompone la afable encrucijada
con una calma atroz, sin un mal gesto,
acaricia a la luna que responde
con sonrisa de niña enamorada,
muy tranquila, sin descuidar su puesto.
© calixto torres
Esta noche la luna está preciosa,
se ha vestido de un blanco acogedor,
sus cántaras rebozan resplandor
asomada al brocal, muy orgullosa.
Con tan bellos encajes es la diosa,
y velar todo sueño su labor,
sometiendo a este mundo embriagador
a sus romances en verso y en prosa.
Entreabiertos, citándola a pasar,
los balcones esperan su llegada
para sembrar de luz todo el hogar.
Los amantes se pierden para amar
en esta noche bruja, enamorada,
desde el pueril arroyo al olivar.
Noche bruja
© calixto torres
Me acostumbré a mirarte,
enteramente.
Me acostumbré a llevarte,
aquí, en mi mente.
Me acostumbré a besarte,
tiernamente…
también a acariciarte...
Ahora que te alejas,
de repente,
no puedo acostumbrarme
aunque quisiera...
no puedo dar un paso
siempre a ciegas,
no puedo resistir
saberte lejos de mi vera.
© calixto torres