Suspiros de vida
poemas
© calixto torres
En el silencio mudo
En el silencio mudo de un latido
se encuentra un pensamiento destrozado;
con angustia, se siente abandonado,
condenado, sangrando y aturdido.
Condenado, por algo no ocurrido.
Río de sangre que fluye despiadado.
¿Quién clava este puñal tan afilado
si tan solo ha sembrado lo admitido?
Sangrando. La hemorragia no desiste.
No hay forma de frenar volcán de lava.
El verdugo fue de maligno quiste.
Y aturdido... Por ello sucumbiste.
Si el desenlace cada vez más traba
solo te queda estar triste, muy triste.
Luna cansada
Una noche, la luna,
se posó a mi ventana
y me dijo llorando
que no lo soportaba.
Que quería ser paloma
y batiendo sus alas
volaría de la noche
a la clara mañana.
Por tanto sufrimiento,
el lirio que escuchaba,
le contesto preciso
a la luna apenada:
Por ti, luna, no duermo;
por mirarte a la cara,
amanece y mi sueño
es la noche pasada.
Con tu llanto sorprendes,
mi mente no se aclara...
tan redonda y perfecta
tan quieta y sosegada.
Si te alejas al día
y lo negro no hallaras,
perecerán las flores
que esperan tu llegada.
Y en el olivo viejo,
de raíz madurada,
muy triste la lechuza
su espera eternizara.
¿Quién velará los sueños?,
¿quién besará a su amada?,
sabiendo que el secreto
no hay luna que lo calla.
No te quejes, mi luna,
no llores apenada,
que tu misión nocturna
de sobra es valorada.
No grites a los vientos
ni al cristal reflejada,
no clames que te marchas
que me partes el alma.
Trae paz y sentimiento,
romances sin espadas,
y pósate en tu trono
de reina coronada.
No llores, luna linda,
no estés desconsolada,
que siendo lirio verde
tú eres mi enamorada.
© calixto torres